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El doctorado, la pandemia y el final de una aventura
Pasaba unas buenas Navidades con mi familia en España (2019). Pavo al horno, embutidos y todo tipo de mariscos. Lo que no sabía es que no pasaría las siguientes las pasaría en Leeds, cenando un takeway, y haciendo una videollamada con mi familia. ¿Suena a drama? Pues abróchense el cinturón.
Metámonos de lleno en el asunto. Llegué a Leeds a comienzos de enero del 2020. Iba al laboratorio y hacía mis experimentos. Todo normal. Por entonces, habíamos escuchado noticias provenientes de China… Yo continuaba mis experimentos con toda normalidad hasta Marzo, cuando el gobierno del Reino Unido dio comienzo a la primera cuarentena oficial. Entonces nos dimos cuenta de que todo iba muy en serio.
Justo antes de que se efectuase la cuarentena, experimenté algunos problemillas respecto a mi doctorando: hubimos recibido un set de electrodos defectuosos. La compañía estaba ubicada en España, que por entonces ya estaba en cuarentena. Esto complicó mucho las comunicaciones, que se vieron demoradas y además nada claras. Nos dignamos a mostrarles resultados con XPS, donde claramente la composición del electrodo no era la esperada… Sin embargo, ni el esfuerzo con sangre, sudor y lágrimas valieron la pena, pues la empresa nos diera largas. Básicamente nos dijeron que sus electrodos no eran defectuosos y que de ninguna de las maneras nos iban a dar un remplazo de ellos. Así pues, nos pusimos en contacto con otra compañía. Esta nos ofrecía una customización de los electrodos. Para ello había que crear un primer diseño y luego manufacturarlo para nosotros. Sin embargo, justo cuando íbamos a proceder con la compra, la compañía nos informó de que no ofrecían adaptadores entre los electrodos y mi quipo de electroquímica. Todo un caos y un desespero.
Dada la gravedad del asunto, tuvimos que hacer un plan y tomar decisiones muy importantes. Tenía que recuperar todo el tiempo perdido debido a la pandemia. Por lo tanto, procedimos a comprar nuevo equipamiento electroquímico. Este permitía efectuar medidas simultáneamente y, además, compramos electrodos nuevos de otra compañía. Si además de todo este proceso, le añadimos Brexit, el tiempo que pasó fue considerable.
La buena noticia por entonces es que recibí una extensión en mi contrato gracias a que me dieron el “ERTE” en el Reino Unido. Esto consiguió aliviar, parcialmente, mi estado de pánico y estrés constante.
Quedaba un año para la finalización de mi contrato y un montón de cosas todavía por hacer. Tenía nuevo equipo y nuevos electrodos. Todos los protocolos realizados en el grupo de investigación que estoy (Millner´s group) se han investigado por más de una década. Ahora tenía que empezar desde cero. No obstante, dado que el equipo permitía varias medidas consecutivas, pude obtener el control de la situación relativamente rápido.
El progreso no tardó mucho en llegar: pronto completé uno de los principales objetivos de mi doctorado, que era realizar un biosensor detectando bacterias basándose en la interacción adesina-proteína de matriz extracelular. Este proyecto se hizo en colaboración con Ina (ESR4). Hemos escrito una Short Communication sobre estos descubrimientos y esperemos que se publique pronto. Justo después de esto, volvimos a establecer una comunicación. Esta vez fui yo quien ayudé a ella.
Volviendo un poco atrás ahora, justo antes de la primera cuarentena, me encontraba haciendo algunos experimentos con electrodos de oro. Concretamente trataba de determinar el mejor pretratamiento antes de usarlos. Estos experimentos fueron acabados juste después de incorporarme de nuevo y actualmente estoy escribiendo un artículo sobre ello. Además, como el tratado de los electrodos es un tanto complejo, tuve que leer muchísimos artículos, lo que me llevó a escribir una Review sobre ellos. Espero que cuando todo se publique pueda ser útil para la gente trabajando con biosensores o en electroquímica misma.
Ahora mismo estoy a 6 meses de finalizar mi doctorado. Todavía tengo experimentos por hacer y mucho por escribir, pero parece que tengo buen plan para completar mi tesis. He escuchado muchas veces que el doctorando es probablemente una de las etapas más complicadas en la vida. Nuestra generación, además, tenemos que agregarle la pandemia.
Hasta la fecha, describiría mi experiencia como: metas, errores, mejores y peores momentos. El proyecto más difícil de mi vida y del que he aprendido más. He crecido como persona y como científico.